No 8 "Cuando el Sueño se Desvanece"
CAPITULO No 8 “Réquiem por un Soñador: El Desvanecimiento de un Sueño (Montreal, 1994)” La puerta crujió, un sonido seco que rasgó el aire como el filo de una cuchilla, arrancándome del refugio de mis pensamientos. Al levantar la cabeza, el brillo acerado de los ojos de mi supervisora me atravesó como un relámpago helado. Sus palabras, precisas y afiladas, flotaron en el aire con la levedad de una sentencia inapelable: "Necesito que pases por mi oficina antes de que termines tu turno". Nada más fue necesario. Un escalofrío, como el roce gélido de un espectro, se deslizó por mi espalda, confirmando el presentimiento que había latido en mí durante semanas como un presagio funesto. Los minutos que restaban del turno se convirtieron en una tortura lenta, una sucesión interminable de transacciones que se dilataban, cada una de ellas un aguijón que punzaba con creciente desesperación. El zumbido incesante de las luces fluorescentes, que antes había sido un murmullo insignificant